
Estaría mintiendo si te dijera que nunca me sentí frustrado por ser diabético. Definitivamente no es algo que uno pide. Hay momentos en los que creo que la vida sería mucho más fácil sin esto. Pero, bueno, es parte de mi ADN en este momento, y me ha dado una visión de la vida muy especial. Cuando me diagnosticaron, si habríamos esperado dos días más, pude haber caído en estado de coma.
Una semana más después, pude haber muerto, así que estoy muy agradecido de que he vivido para ver todo esto. No importa qué tan independiente como persona seas, no hay que tener miedo de confiar en los doctores y la gente que nos rodea. Sin mi familia ni mis amigos, no habría podido hacer todo esto sin el apoyo de la gente que me rodea."
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